sábado, 28 de enero de 2012

Siempre he soñado con ser un pez.

Siempre he soñado con ser un pez porque dicen que los peces no tienen memoria y no pueden acordarse de nada, y si no te acuerdas de nada puedes levantarte cada día y vivirlo todo como si fuese la primera vez; la primera canción, la primera vez que le viste, el primer beso, la primera vez que te moriste por hacerle el amor. Porque hay ciertos momentos mágicos, como cuando esa persona te toca y sientes que te estorba hasta la piel, que sales de ti, que tu alma pide a gritos salir corriendo, esa sensación de plenitud infinita al hacer el amor con alguien hasta el punto de sentir que ya no existes, ese instante en el que podrías morir, porque sabes con toda certeza que jamás en la vida volverás a sentir nada igual.Me gusta saber que hay ciertas cosas refugiadas contra el olvido, cosas por las que no pasa el tiempo, como esos mosquitos atrapados en ámbar durante millones de años, el mundo sigue adelante, pero ellos se quedan ahí atrapados para siempre...como las fotos guardadas en una caja de zapatos debajo de la cama, como esos secretos que no puedes contar jamás, el recuerdo es el único paraíso del que no podemos ser expulsados. Hay dos desgracias en la vida de todo ser humano, la primera es no  tener a quien amar con toda el alma y la segunda, tenerle. El universo conspira a favor de los que mueven el mundo, y esos, son los que lo paran...¿tú quieres mover el mundo, o que te muevan?

http://www.youtube.com/watch?v=x_LNlS_QoBE&feature=related 

viernes, 27 de enero de 2012

Talking To The Moon.

Ella ya llo sabía, desde la primera vez que le vió. Todo pasó despacio...
Dicen que las cosas de palacio van despacio, yo, no estoy de acuerdo. Está claro que las prisas no son buenas pero la lentitud tampoco. Lo difícil es encontrar el punto medio.
Estos últimos días he vivido bastantes experiencias, he conocido otros lugares y estando allí he llegado a pensar que todo iba a ser diferente, que iba a cambiar mi manera de ser, de pensar. Y aquí estoy, con la luz de la calle, escuchando mi TALKING TO THE MOON escribiendo y planteándome que tiene realmente sentido en mi vida. Hay momentos en los que nada me llena, me replanteo mi vida desde los estudios o mi ciudad hasta ÉL. Sí, el ÉL de siempre. Y seguimos igual, una de cal y otra de arena, ¿Cuál es la cal y cuál la arena? ¿Qué es lo bueno, los enfados, los abrazos, la conversaciones, los celos o las sonrisas? ¿Porqué si estoy mal con ÉL no me sale sonreir? ¿Y por qué consigue que cuando estoy triste sonría?
Y llegamos al problema de siempre, basar mi felicidad a cuenta de alguien, y creo que éste alguien está durando mucho.
Cada vez que me alejo de aquí estoy bien. ¡Qué cosas tiene la vida! Pienso que no puedo vivir sin tí y cuando me agobio viajo, estoy feliz, pienso un  50% menos en ÉL. LLego, y Pum! Todo a la mierda otra vez. Yo empiezo a estar harta de ésto, de enfados y tonterías, de que cuando quiera esté para ÉL, de llevarme malos ratos, y de llorar como una magdalena cada vez que le veo mal o está mal conmigo. ¡Joder! ¡Qué fácil sería no estar enamorada!
En serio, creo que no me compensa. Pierdo el sueño y estando despierta sueño con estar  a tu lado.
Me encantaría aprender a olvidarte, a darme cuenta que no me mereces la pena, que hago más por tí que tú por mí aunque no lo sepas. ¿Sabes por qué no lo sabes? Porque " Me callo lo que hay y lo que hay es lo que toca, y para tocar el corazón es mejor no abrir la boca"
Coño, ¿Tanto te costaría decirme que no? O decirme algo. No se, nunca has sido tu el que ha vomitado sus sentimientos, y yo lo he hecho, quizás guardándome cositas, pero al fin y al cabo lo he hecho. Me gustaría saber que es lo que quieres de mí. Estoy preparada para una rotura de corazón, pero para lo que no estoy preparada es para seguir con esta intriga, de no saber lo que quieres, si me quieres a mí, si solo quieres mis abrazos, mi conversación, saber porque te pones celoso y por qué yo no puedo hacerlo o simplemente saber que no quieres nada. Con ésto último no entendería muchas cosas, pero al menos dejaría de comerme la cabeza.
He llegado a un punto en que no te pido que me quieras ni que estés conmigo, un punto en el que solo te pido que te aclares y me dejes de volver loca. (Más loca de lo que estoy por  tí)
No quiero perderte, pero tampoco quiero perder la cabeza.

jueves, 12 de enero de 2012

Te voy a contar un secreto...

Te voy a contar un secreto, pero no se lo puedes decir a nadie. Y es que me he enamorado de ti, no de una manera pastelosa, si no de una manera dependiente. Me vale ver tu sonrisa una vez por semana, hacer el idiota como tan bien se nos da, cantar las canciones de la radio, ver películas abrazados hasta la madrugada, me vale también haberte robado un solo beso, me vale que nos toquemos, me vale que me asustes con el coche y me vale que nos escribamos todos los días, también lo hace que te metas conmigo y yo contigo, me vale que te quedes trabado y me vale que ya no pidas perdón al toser. ¿Sabes? Me llevas valiendo la pena desde que te conocí. Hay veces que una persona solo vale para cerrar una relación y no para abrir otra, yo ya lo he sentido pero, sinceramente no me importa, solo verte ¡ME VALE! Aguantaré que solo sea cuando quieras, aguantaré mis ganas de robarte 1000 besos, tus cambios de humor, tus mentiras, esos celos que me entran cada vez que pienso que como estás conmigo o lo que me dices se lo puedas decir a otras, también aguantaré tus enfados y los míos, que me muera por escribirte a cada segundo y no lo haga por “orgullo”, y en fin, no se cuánto durará, de momento creo que tengo para rato. Pero tú acuérdate de que esto es un secreto, y es que aunque me cueste reconocerlo me he dado cuenta que te quiero.
A tí también se te eriza la piel cuando me tocas. Te quiero del verbo follar.